“El Ladrón” (“Vor”) película rusa de 1997. Escrita y dirigida por Pavel Chukhrai, ganadora de numerosos premios y nominada al Premio Oscar como mejor película de habla no inglesa. Cuenta con tres protagonistas y es justamente uno de ellos, Sanya , quien ya de adulto narra con un dejo de nostalgia la triste historia de su vida.
Sanya nació en 1946, justo después de la Segunda Guerra Mundial, con todo lo que ello implica: Muertes, desolación, pobreza. Sanya nunca conoció a su padre ya que este regresó de la guerra herido y falleció seis meses antes de que él naciera.
En 1952 en un viaje en tren su madre, Katya, conoce a un soldado, Tolyan, y de un día para otro este desconocido pasa a convertirse en el padrastro de Sanya.
Katya una mujer viuda, sola en el mundo con su pequeño niño se aferra a este hombre que en ese momento aparece como su salvador. Pero Tolyan resulta ser un ladrón y no sólo de mercancía. Es su forma de vida y Katya se enamora de ese hombre sin saber que ese amor, esa vida junto a él cambiará para siempre el destino de ella y de su hijito.
Hermosa película que narra la historia de un amor desafortunado. Amor que Katya siente por ese hombre deshonesto, violento, maltratador. Madre que en su soledad, en su desesperación desea una vida mejor y la creencia que junto a él lo logrará y permite el maltrato de ese hombre no sólo hacia ella sino también hacia su hijo. Y amor/odio de Sanya hacia Tolyan, quien pasa a ser la figura paterna que tanto anhela el pequeño pero que nunca logra cubrir sus expectativas.
Una historia fuerte, desoladora que además de los tres protagonistas incluye a lo largo del film gran variedad de interesantes personajes que irán apareciendo a medida que Katya, Tolyan y Sanya recorren diferentes ciudades en busca de un supuesto lugar para vivir pero que en realidad es la excusa de Tolyan para lograr su cometido.
El ladrón cuenta con admirables actuaciones sobre todo de los tres protagonistas. Vladimir Mashkov como Tolyan, Yekaterina Rednikova como Katya, y el pequeñísimo y encantador Misha Philipchuk como Sanya quien a pesar de su corta edad logra transmitir maravillosamente bien la fragilidad de un niño en busca de amor y de aprobación.
Recomiendo este film que ví hace muchos años y que hoy me parece más bello aún. Tiene una música conmovedora que acompaña sutilmente esta historia, una fotografía admirable y una excelente recreación del ambiente ruso de aquella época.
Una película poética sobre la vida misma y la complejidad de las relaciones humanas.
Existe un FOTOLIBRO de colección con imágenes históricas de la prensa de Misha Philipchuk y Vladimir Mashkkov en el set de»El Ladrón» (1997). Si te gustó este artículo probablemente disfrutes leer: Nostalghia: Un Ensayo Sobre La Melancolía.
Muy buen articulo, muy recomendable! Saludos.