Durante más de 13 años de ceremonias en los 𝗣𝗿𝗲𝗺𝗶𝗼𝘀 𝗢𝘀𝗰𝗮𝗿, Roger Deakins fue nominado por casi todos sus trabajos importantes año tras año en la categoría de Mejor Película, perdiendo todas y cada una de sus nominaciones. No fue hasta la aclamación recibida por su trabajo en “𝗕𝗹𝗮𝗱𝗲 𝗥𝘂𝗻𝗻𝗲𝗿 𝟮𝟬𝟰𝟵” que obtuvo su primer premio, seguido por el de su trabajo en “𝟭𝟵𝟭𝟳” en esta última premiación 2020.
Deakins es probablemente uno de los pocos cinefotógrafos contemporáneos que le pueden dar una verdadera lección de composición y estética incluso a los fotógrafos más experimentados.
Reconocido por su uso particular de luz artificial poco convencional para las grandes producciones Hollywoodenses, sus poderosas composiciones y decisiones focales. Deakins sumerge a su audiencia en atmosferas que cuelgan del balance entre el realismo y el surrealismo, dotando sus historias con una belleza y una fuerza muy difícil de superar.
Si alguna característica destaca más de su trabajo, es aquel de la simplicidad de sus recursos cinematográficos. Por lo general sus esquemas de iluminación son simples en cuanto a propósitos. Suele utilizar una sola fuente de luz con una temperatura de color particular para cada escena y ocasionalmente incluirá algún reflector que sirve para dotar del drama suficiente y necesario para que películas como “𝗦𝗸𝘆𝗳𝗮𝗹𝗹”, “𝗕𝗹𝗮𝗱𝗲 𝗥𝘂𝗻𝗻𝗲𝗿 𝟮𝟬𝟰𝟵” o “𝗘𝗹 𝗮𝘀𝗲𝘀𝗶𝗻𝗮𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗝𝗲𝘀𝘀𝗲 𝗝𝗮𝗺𝗲𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗯𝗮𝗿𝗱𝗲 𝗥𝗼𝗯𝗲𝗿𝘁 𝗙𝗼𝗿𝗱” destaquen en su lenguaje visual.
Otro rasgo notable es su uso de los lentes. Una recomendación propia de Deakins y cada vez más popular en la industria ha sido utilizar una sola cámara y un solo lente. En el caso de los fotógrafos callejeros o de viajes, bien saben que con un 35mm o un 50mm es más que suficiente. Con este rango de óptica puedes capturar prácticamente todo. Además de que te da la habilidad de ser consistente en tu trabajo.
Sin estar demasiado cerca o demasiado angular te ayuda a capturar los entornos a la vez que captas a tus sujetos dotando tus encuadres con la sensación de ser parte de las escenas. No sorprende que la regla general de Deakins, utilizada en casi todos sus trabajos es usar un lente fijo 32mm para cada acercamiento.
El uso de fondos, simetrías, líneas diagonales y formas que evocan tensión vuelven sus composiciones un deleite visual para observar y aprender de esté gran maestro, inspirando incontables fotógrafos en el medio. En sus composiciones nada está de más y todo tiene su razón de ser, haciendo que la audiencia recorra todo el cuadro con la mirada, aumentando la inmersión en la historia que intenta contar y sus atmosferas características.
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