El matrimonio Warren, compuesto por Ed y Lorraine, y de profesión demonólogos; han sido la piedra fundamental donde se ha apoyado la trama de la saga de películas del género del terror “El Conjuro”.
Siendo “El Conjuro 3: El Diablo Me Obligó A Hacerlo” una de las más exitosas, inquietantes y malignas que se pudo apreciar en los últimos años.
Es ya sabido que esta particular pareja existió en la vida real y sus expedientes y archivos, llenos de jugosas y siniestras experiencias paranormales, se presentaban ideales para plasmar en la gran pantalla.
Ocho años pasaron ya desde la primera entrega de sus vivencias, con la magnífica “El Conjuro”, dirigida por el realizador James Wan en 2013. Luego vendrían la segunda entrega “El Conjuro 2” (2016), igual de intensa, otra vez con el notable Wan tras las cámaras. Y así siguieron los spin-off de la historia, “Annabelle” (2015) (y sus derivadas continuaciones); “La Monja” (2018); y “La Maldición De La Llorona” (2019)
Y en este panorama, con una historia quizás un poco desgastada después de tanta subtrama, llega en este 2021 la esperadísima “El Conjuro 3: El Diablo Me Obligó A Hacerlo”.
Dirigida por el director malayo Michael Chaves. Ocupando la silla vacante que dejo James Wan, y tras su frustrante trabajo en “La Maldición De La Llorona” (2019).
El comienzo del “El Conjuro 3: El Diablo Me Obligó A Hacerlo” es realmente increíble y prometedor.
Los Warren (los actores Vera Farmiga y Patrick Wilson, lo mejor de la película. Muy aceitados y cómodos en sus papeles) participan del exorcismo a un niño de solo 8 años llamado David, poseído por un extraño demonio.
Lo acompañan un cura, más la hermana adolescente del pequeño y su novio llamado Arne. La temible tarea viene muy complicada, el menor que cada vez se pone más peligroso y violento; y entre la desesperación de todos los presentes, el joven Arne se ofrece a la entidad del mal como su futuro portador y en virtud de la vida de David.
Poco tiempo después Arne mata a un amigo y alega que “el diablo lo obligó a matar” en un tribunal judicial, siendo este el primer caso real en la historia de los Estados Unidos donde un acusado alude a una posesión como responsable de un crimen. (Este caso que ocurrió en el estado de Brooklyn en 1981 se toma como estudio en las universidades de derecho de dicho país)
Es allí cuando Lorraine y un malgastado físicamente tras el exorcismo Ed, tendrán que investigar la causa de este crimen y que llevó a Arne a asesinar sin piedad ni conciencia.
En “El Conjuro 3” concluyen entonces un tipo de thriller judicial, junto con toques de horror y eventos paranormales; que en conjunto quizás no tienen la contundencia que supo imprimirle un director con el suficiente oficio como James Wan, responsable también de la imprescindible “La Noche Del Demonio” (Insidious, 2010), pero que en su conclusión salen bastante airosa, con la dirección de Chaves.
Aviso que este nuevo exponente “El Conjuro 3”, como película de terror no defrauda.
Sus climas son muy buenos; su fotografía aún mejor y su estética de los años 70’ (a mi entender la mejor década del cine del terror) merecen una oportunidad o varias.
Síguenos para más noticias, artículos y reseñas sobre el séptimo arte. Si te gustó este artículo probablemente disfrutes leer: Espiral: El Juego Del Miedo Continúa – Reseña. O sino esta: Tiempo De Caza – Reseña. O también: Relic: Herencia Maldita – Reseña.