Terciopelo Azul: Y En El Principio Fue La Imagen | Análisis

Terciopelo Azul: Y En El Principio Fue La Imagen | Análisis

Cuando comenzamos un libro, escuchamos una canción o vemos una película, el comienzo es lo que capta nuestra atención. Debe de contar lo suficiente como para que continuemos viéndolo y lo suficientemente poco como para que queramos saber más.

El plano inicial de “Star Wars” (1977), con el interminable paso del Destructor imperial inundando la pantalla, los primeros fotogramas de “Citizen Kane” (1941) o “Apocalypse Now” (1979) son imágenes que nos acompañaran toda la vida.

“Star Wars” (1977)

En sus primeros minutos un buen inicio tiene que ser capaz de mostrar el tema que se va a desarrollar a lo largo de toda la película.

Uno de los mejores, y más bellos, ejemplos es “Terciopelo Azul” (1986), la obra maestra de David Lynch, con cinematografía de Fred Elmes

Mientras suena la balada “Blue Velvet” de Bobby Vinton vemos una serie de icónicas imágenes (iluminadas de tal manera que los colores aparecen muy saturados) que muestran un mundo idílico de carácter genuinamente norteamericano.


Cielo azul, una valla blanca y rosas rojas.


Un camión de bomberos rojo y un bombero anciano (con un perro a sus pies) en su estribo, saludando.


Unas hermosas flores amarillas sobre el fondo de una valla blanca perfectamente pintada y cuidada.


El orden y armonía de una sociedad que cuida de sus niños, es decir del futuro de la nación.


Y el símbolo más representativo del sueño americano: una casa con jardín y un coche aparcado a la entrada.


El padre de Jeffrey (el protagonista) regando el césped.


En el interior su mujer ve una película mientras disfruta de una taza de té.


Y aquí David Lynch integra una imagen que hace que toda esa armonía mostrada hasta el momento se rompa: una pistola llena la pantalla de una vieja televisión.


Posteriormente muestra que esa sociedad ideal está sometida a elementos incontrolables y, en un claro homenaje a “L’Arroseur arrosé” (El regador regado) (1895) -la primera película de cine donde se empleó un argumento-, nos enseña que la manguera tiene un nudo.


Como en la vida, no todo es paz, armonía y felicidad. El dolor y la enfermedad hacen su aparición. El hombre se derrumba en medio de un extraño ataque.


La Vida y la Muerte (el ciclo natural) convergen con la aparición del niño.


La cámara desciende a la hierba a los pies del hombre caído.


La música desaparece, siendo sustituida por un ruido casi orgánico que nos lleva hasta…


… lo que vive debajo de la superficie: los insectos que al final nos devorarán.


En palabras del propio David Lynch: Terciopelo Azul trata de dos mundos a la vez, uno agradable y otro muy sombrío y aterrador”.

Como podemos ver, eso ya está contado en sus primeras imágenes.


Puedes comprar esta película AQUÍ o verla desde AMAZON PRIME.

¡Únete a la familia CinReservas!

Suscríbete para recibir lo mejor del séptimo arte en tu bandeja de entrada.

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Compartir

4 comentarios en «Terciopelo Azul: Y En El Principio Fue La Imagen | Análisis»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *