El próximo 8 de Abril de 2022 se cumplen ya 32 años de lanzamiento de “Twin Peaks” (1990-1991), la maravillosa serie creada por el escritor Mark Frost y dirigida por el realizador David Lynch.
Su gran importancia dentro de las producciones realizadas para la TV fue notable e influyente y aprovecho está efemedite para recordarla y detallar algunas de sus más grandes virtudes.
El relato era bastante convencional a primera vista: Un detective (Dale Cooper) debe investigar el brutal asesinato de una joven, ocurrido en un tranquilo y arquetipico pueblo norteamericano.
Laura Palmer, alumna ejemplar de la preparatoria y reina de belleza, aparece muerta a las orillas del río local envuelta en una bolsa de plástico.
Todo Twin Peaks, pueblo marinero perteneciente al estado de Washington, se encuentra muy consternado por el hecho. Ni su familia, ni amigos y conocidos, encuentran razón o fundamento al terrible suceso. Allí es donde entrará en acción Cooper, un hombre con convicciones y métodos de investigación poco convencionales.
“Twin Peaks” contó con dos temporadas, desde el 8 de Abril de 1990 al 10 de Junio de 1991.
Con el correr de los capítulos se fue desentrañando una historia llena de misterios, intrigas, dobles y un acertado agregado de toques surrealistas; una marca registrada en la casi o toda la magistral filmografía del director David Lynch.
Sin entrar en demasiados detalles, está es un serie que se disfruta mucho mas teniendo la más mínima información sobre ella. Desde la víctima a otros integrantes de la supuesta apacible comunidad, nadie ni nada es lo que parece y los espectadores somos adentrados en un espiral sin retorno.
Sus estereotipos principales, tanto Cooper (interpretado magistralmente por el actor Kyle MacLachlan) como el detective/anti héroe, Laura y algunas de sus amigas (las Femme Fatales), como el crimen a resolver, emiten directamente al género cinematográfico conocido como Film Noir (Policial Negro Norteamericano), que brilló en el cine de Hollywood en la década del 40’ y del que David Lynch es un gran admirador.
También la serie tiene mucho de autobiográfico: Lynch es hijo de un investigador científico del departamento de Agricultura Norteamericano. Siempre observador y tranquilo, acompañaba a su padre lo más que podía en su trabajo y gracias a ello y su inteligencia; rápidamente comprendió los diferentes métodos de investigación de eventos y otros (que posteriormente aplicaría en sus películas).
El prólogo/presentación de la serie es mágico, simbólico y no necesita de palabras: Un pájaro posando sobre una rama, un aserradero atestado de maderas, una sierra circular, un cuerpo sin vida abandonado en un arroyo cerca de las vías de tren y un cartel que señala a los visitantes, “Twin Peaks”, 51.201 habitantes.
Solo el poder de las imágenes, de su semiótica y lo que un director quiere sugerir.
La hipnótica banda de sonido a cargo de Angelo Badalamenti, ayuda enormemente a crear un clima de ensueño.
Un edén de familias y sueño americano que esconde la peor de las pesadillas.
En la televisión de su país y del resto del mundo se anunciaba con el leit-motiv. “¿Quién mató a Laura Palmer?” y el éxito no tardó en llegar.
Así como el espíritu de culto que se fue ganando con el correr de los años, muy pronto ya 31, debido a su calidad, originalidad y grandeza.
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