El cine español a.A. (antes de Almodóvar) es, para el gran público, un gran desconocido, y es una lástima porque es un cine plagado de grandes obras, hoy voy a hablar sobre una de ellas.
“El Cebo” (Es Geschah Am Hellichten Tag, 1958), una película dirigida por Ladislao Vajda en 1958. En el guion colaboró el escritor Friedrich Dürrenmatt, quien ese mismo año escribió una novela sobre esa misma historia: “La Promesa” («Das Versprechen»), aunque cambiándole el final.
En el año 2001, Sean Penn dirigió otra adaptación titulada “The Pledge”, que se mantenía más fiel a la novela.
Ladislao Vajda, nacido como László Vajda Weisz, comenzó su carrera en el cine mudo austriaco y alemán, trabajó como montador en los años 30 junto a Billy Wilder; también realizó tareas de dirección artística y fue guionista de “La Caja De Pandora” (1929) de G. W. Pabst, una de las películas más famosas del cine mudo.
“El Cebo” (1958) se rodó en alemán, en tierras suizas y en régimen de coproducción alemana-suizo-española.
La película trata varios aspectos: el funcionamiento de la policía, donde lo importante no es capturar al verdadero criminal, sino tener un culpable; la violencia ejercida sobre los más débiles -en este caso los niños-; la obsesión por parte del inspector Matthäi (Heinz Rühmann) por encontrar al asesino a cualquier precio, o la psique del psicópata.
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La película bebe más de la fuente de Fritz Lang (sobre todo de “M, El Vampiro De Dusseldorf”, 1931) que del tratamiento que le podría haber dado Alfred Hitchcock a un tema tratado por ambos en varias ocasiones, como es retratar la condición más depravada del ser humano.
Esta influencia se hace presente, no solo en la generación de esas atmósferas tan propias del cine derivado del expresionismo alemán, sino también en el modo en que Vajda planifica.
Todo está rodado con ligeros y ajustados movimientos de cámara, que dan como resultado una puesta en escena fluida y elegante.
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“El Cebo” (1958) es un cuento, la plasmación de la terrible realidad de “el hombre del saco”, de aquello que nos decían de pequeños: “no hables con desconocidos”, “no te vayas con nadie que no conozcas”.
El filme recalca la importancia de saber entender a los niños. La policía no entiende que los niños usan un lenguaje especial y que para ellos un hombre alto, es un gigante o una trufa, un erizo.
El único que es capaz de entender ese lenguaje de los niños es el policía. Mientras que el psiquiatra es el único capaz de entender al asesino.
Durante la primera parte de “El Cebo” (Es Geschah Am Hellichten Tag) se hace especial hincapié en el proceso de la investigación del estamento policial.
Para plasmar que es un trabajo en equipo y que la policía está estructurada en diferentes categorías -como lo está la misma sociedad-, Vajda recurre a planos con varios personajes, colocando a los cargos más importantes en primer término y los de la escala más básica en una posición más alejada de la cámara.
Destacar la estupenda secuencia en la que los policías interrogan a criminales con antecedentes inmorales, en apenas unos segundos nos muestra este tipo de criminales como personas “normales”, integradas en la sociedad e incluso casadas.
También destacar la presentación sutil y escalonada del asesino:
La primera vez solo vemos sus manos moverse con nerviosismo, lo que nos confirma las conclusiones desarrolladas por el psiquiatra.
La segunda vez solo vemos una parte de su rostro reflejada en el retrovisor de su coche.
Finalmente le vemos por completo en el momento en el que ve a la niña que va a convertirse en su próxima víctima.
Vajda presenta el bosque como un lugar donde los niños se pueden divertir…
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… o como un lugar peligroso, donde los adultos pueden cometer sus terribles actos.
Recomendar fervientemente otras obras imprescindibles, no ya de la filmografía de Vajda, sino de la cinematografía mundial como: “Carne De Horca” (1953); “Marcelino Pan Y Vino” (1955); “Mi Tío Jacinto” (1956); “Tarde De Toros” (1956) y “Un Ángel Pasó Por Brooklyn” (1957).
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Director y guionista de cine y televisión. Profesor de Historia del cine, de guion y de dirección en diferentes escuelas e instituciones. Como escritor ha publicado estudios, críticas y artículos relacionados con el séptimo arte. Ha publicado Te acordarás de mí, una novela negra ambientada en el Madrid de Primo de Rivera.
