El color llegó al cine antes de que apareciera la película de color. En un principio se coloreaban a mano todos los fotogramas de una película, tarea que resultaba compleja por el reducido tamaño de cada fotograma, y por la gran cantidad de fotogramas que formaban una película, en una película de hora más de 90000 fotogramas. En 1905 Pathé introdujo en el proceso de coloreado medio mecánicos, pero esto no simplificó en exceso la tarea.
Debido al trabajo que suponía colorear un film completo se terminó coloreando ciertas secciones de fotogramas para crear ambientes (grises y oscuros para la noche, rojo para incendios, etc…). Y también se emplearon otros sistemas de color, que evitaban tener que colorear manualmente los fotogramas, como virados o superposición de distintos fotogramas cada uno de un color.
En 1906 comenzaron las primeras pruebas con la película de color, pero estos primeros sistemas de dos colores, sufrieron la misma suerte que los comienzos del cine sonoro, ya que no terminaba de entusiasmar al gran público.
Pero la gran revolución del cine a color llegará de la mano de Herbert Kalmus fundador de Technicolor, que patentó un sistema basado en la síntesis sustractiva de los colores. La película a color fue evolucionando hasta llegar a la impresión de los colores sobre la película, los colores empleados eran los tres colores complementarios (cian, magenta y amarillo. El primer largometraje rodado en Technicolor fue La feria de la vanidad (1935) de Rouben Mamoulian.
La aparición del Technicolor como procedimiento más frecuentemente utilizado para la realización de películas en color se remonta a 1932, año en que se introdujo el sistema tricromático. Las películas musicales, aunque el color tocó a todos los géneros, por razones de ahorro y la guerra, fueron las que más se beneficiaron. Los directores, en general, por ciertos miedos al riesgo pues el technicolor era un cincuenta por ciento más caro, siguieron hasta bien entrada la década de los años 1940 filmando mayoritariamente en blanco y negro.
Tras el estreno, la popularidad de la película de color fue en aumento. Durante los años cuarenta se empleó sobre todo en las películas musicales, hasta que en los años 50 el uso se generalizó hasta hacer desaparecer casi por completo al blanco y negro, que quedó relegado para rodajes con menor presupuesto, y en los años sesenta ya sólo se empleaba para crear ambiente y efectos especiales en algunas películas como Psicosis, dirigida por Hitchcock en 1960. Años más tarde podemos encontrar películas rodadas en blanco y negro como la Ley de la calle de Coppola de 1983. Y mucho más recientes son La lista de Schindler (1993) y The Artist (2011), está última también nos trajo de nuevo el cine mudo a las pantallas.
Desde esas primeras películas de coloreadas, el cine a color ha seguido evolucionando hasta nuestros días en los que los sistemas digitales permiten una mayor resolución y calidad del color.
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