El género cinematográfico de fantasía medieval es aquel ambientado precisamente en mundos medievales; con historias plagadas de leyendas mitológicas; valientes hombres que luchan por la supervivencia; criatura extrañas; más el agregado de elementos fantásticos y épicos, entre otros.
“El Caballero Verde” (The Green Knight, 2021) dirigida, producida y con guión de David Lowery; nos vuelve a remitir de forma majestuosa y totalmente personal a una gran transposición en pantalla de un poema escrito anónimamente en el siglo XIV llamado “Sir Gawain Y El Caballero Verde”; un poema ayudado por su impacto visual; que se conecta directamente con Camelot y un ingenioso viaje de descubrimiento a seguir del joven Gawain.
Entre estos relatos encontramos al referido al condado de Camelot, dirigido por el Rey Arturo con sus caballeros de la mesa redonda y el enfrentamiento con el rebelde Lancelot Du Lac.
Dentro del género sobre tramas arturianas y universos fantásticos encontramos varios ejemplos: “Los Caballeros Del Rey Arturo” (Richard Thorpe, 1953), con Ava Gardner y Mel Ferrer y en tono de aventuras; la más comprometida y trágica “Camelot” (Joshua Logan, 1967) con Franco Nero, su esposa Vanessa Redgrave y David Hemmings ; la obra maestra “Lancelot Del Lago” (Robert Bresson, 1974) sobre heroicas proezas ; la influyente y espectacular “Excalibur” (John Boorman, 1981) con un joven Liam Neeson y que mezcla lo caballeroso con otro subgénero, el de espadas y brujería; y hasta la más reciente “El Rey Arturo, La Leyenda De La Espada” (2017), con Charlie Hunnam, Jude Law y a cargo del director inglés Guy Ritchie; estás apenas por nombrar algunas.
Gawain (Dev Patel) es un joven de familia de clase noble, que vive sus días sin mucho que hacer.
En un burdel donde es asiduo cliente conoce a una prostituta (Alicia Vikander), de quién se enamora muy a pesar de la oposición de su familia, dada la clase inferior de la muchacha. Su tío es nada menos que el Rey Arturo, quien le propone el reto de encontrar a una temible criatura que espanta una vez al año a su pueblo, el caballero verde. Gawain acepta el desafío e inicia un viaje como caballero real por el Reino de Camelot, donde deberá pasar variadas pruebas y así poder demostrar su valentía y hombría.
Gawain aún no es un caballero y este viaje iniciático le permitirá encontrar su destino; mientras en su pueblo los habitantes se debaten entre el paganismo, una religión mística por demás; y el cristianismo, quien cada día adquiere más adeptos.
El joven vivirá una búsqueda mágica, también de su propia identidad, pero sin ceder a tentaciones terrenales y hasta de índole sexual. Debe de estar a la altura y ser digno de estar en la mesa redonda.
El director de “El Caballero Verde” David Lowery es un gran narrador visual. El uso de la paleta de grises, marrones y por supuesto verdes es muy acertada.
Los caminos de montaña y los bosques envueltos de niebla nos transportan a un mundo casi onírico. Se nota también la influencia de elementos folclóricos provenientes de tradiciones inglesas, galesas e irlandesas en toda la trama; que por momentos nos dejará sin respiración por lo espectacular.
David Lowery se apoya en el cine del pasado. Terrence Malick; el Nuevo Hollywood de los años 70’s; el cine de aventuras y magia de los años 80’s, como el clásico “Willow” (Ron Howard, 1980); y hasta el realizador sueco Ingmar Bergman, son algunas de sus influencias.
“El Caballero Verde” (The Green Knight, 2021) es una obra casi de cine de arte y autor, pero sin perder jamás su espíritu aventurero.
El actor inglés, pero de origen indio y ascendencia guyaratí, Dev Patel, se pone magníficamente en la piel de Gawain. La historia es una epopeya fascinante, asombrosa y compleja.
Lo acompaña muy bien la actriz Alicia Vikander, como su compañera amorosa y consejera, con su extraña belleza.
Me atrevo a afirmar que “El Caballero Verde” es una mezcla entre el clásico “El Mago De Oz” (1939), con la ópera espacial “Star Wars” (1977), pero con mucha oscuridad. Unos títeres y su recreación de una circunstancia, nos acercará a esos cuentos infantiles que leíamos de niños.
Esta película majestuosa, quizás no tan comercial, con toques de lirismo y mucho de originalidad, es una gran oportunidad para poder adentrarnos en el pasado; en sus hechizos; hermosos castillos; y sus fuertes y nobles caballeros.
Seguro lo van a disfrutar y sufrir tanto como Gawain.
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