“El Crack” (1981) narra la historia de Germán Areta, un detective privado interpretado por Alfredo Landa, quien investiga la desaparición de una menor.
Hoy voy a hablar de una estupenda película dirigida por José Luis Garci.“El Crack” es una gran película, un pilar fundamental en la escasa producción de calidad de cine negro español y, sobre todo, la película que abrió el camino de títulos que vinieron después.
Ya desde el comienzo de la película, Garci quiere dejar claras sus intenciones sobre lo que vamos a ver: una historia de cine negro tradicional, del estilo de “El Halcón Maltés” (1941), la obra maestra de Dashiell Hammett.
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José Luis Garci usa tamaños de plano lo suficientemente amplios como para que los personajes se desplacen sin mover la cámara, así esta no adquiere protagonismo y prima la acción que vemos (el fondo) sobre cómo se nos muestra (la forma).
El director narra situaciones, tanto físicas como emocionales, de forma cinematográfica, es decir en imágenes. Basta ver una fotografía para comprender la situación sentimental del protagonista.
En muchas ocasiones va a usar espejos como parte de la planificación y la puesta en escena. El reflejo es un recurso que permite tener a la vez varios elementos en el plano.
Con el fin de realizar una ajustada planificación va a tener, cuando así lo requiera la acción, a varios personajes en plano; en este caso un plano americano (más o menos por las rodillas) que permite ver las relaciones entre los tres personajes.
José Luis Garci y el co-guionista Horacio Valcárcel van a presentar a tres Germán Areta (Alfredo Landa): “el piojo”, el ex policía reconvertido en detective, profesional, frío y diligente; alguien desencantado, descreído, desengañado y con cierto poso de amargura.
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Otro Germán Areta es el vengativo, capaz de asesinar a sangre fría. Obsérvese que vuelve a recurrir al uso de un espejo en la planificación, de esta forma tenemos en plano a “los dos Aretas” de los que ya hemos hablado: el profesional y el asesino.
Por último, está Germán, capaz de manifestar amor y cariño, tanto por su pareja Carmen (María Casanova) como por Maite (Mónica Emilió Prieto), la hija de esta. Germán tiene luz en la mirada y es que la mirada es el mejor recurso como actor de Landa, basta con fijarse en cómo mira en esta película o recordar cómo lo hacía en “Los Santo Inocentes” (1984) de Mario Camus.
En “El Crack”, José Luis Garci adapta elementos del “cine negro” norteamericano, como las partidas de póker, a la idiosincrasia española cambiando el juego por el mus; el whisky por coñac, cuba-libre o cerveza.
En su sencilla, pero no simple, puesta en escena y planificación coloca a los personajes dentro del encuadre en diferentes términos de forma que cuando Areta salga (…)
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… será el personaje de Don Ricardo (José Bódalo) quien pase a estar en primer término.
Se puede decir que la película tiene en la ciudad de Madrid a su otro protagonista.
José Luis Garci la retrata desde el cariño pero desde las alturas, donde no somos capaces de detectar la suciedad y la miseria moral que habitan en ella. Asimismo, hay que destacar como otro elemento protagónico la estupenda música de Jesús Glück.
Destacar por su maestría la secuencia en la que Carmen llama a Germán, no quiero desvelar el motivo; haciendo uso de una elegancia en la narración, Garci se limita a mostrar a la actriz hablando (…)
(…) sobre su voz muestra un plano de una foto de tiempos más felices (…)
(…) Germán, con botellas de alcohol en primer término, escucha la llamada para finalmente (…)
(…) levantarse y volver a escucharla. De esta forma tan sencilla muestra el estado anímico de los personajes.
Si decía que Madrid era el co-protagonista de la película, la ciudad de Nueva York es la estrella invitada. José Luis Garci rinde tributo a la “capital del mundo” pero esta vez al cariño se le añade un toque de mitificación hacia ella.
Pero la ´verdadera protagonista de la película es la tristeza, Manuel Rojas fue el director de fotografía responsable de reflejar ese poso de tristeza y melancolía que impregna toda la película.
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Garci quiso que Landa interpretara a Germán Areta contra la opinión de los productores, el propio actor sentía miedo por si el público no admitía su cambio de registro y no le tomarían en serio como detective en una película de “cine negro”.
Aprovecho aquí para recordar, porque parece que se ha olvidado, que el primer Oscar del cine español (1983) fue para “Volver A Empezar” (1982), una película del director de “El Crack” (1981), José Luis Garci.
Puedes ver el tráiler, aquí:
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Director y guionista de cine y televisión. Profesor de Historia del cine, de guion y de dirección en diferentes escuelas e instituciones. Como escritor ha publicado estudios, críticas y artículos relacionados con el séptimo arte. Ha publicado Te acordarás de mí, una novela negra ambientada en el Madrid de Primo de Rivera.
