Asesinato En El Senado De La Nación – Opinión

Asesinato En El Senado De La Nación – Opinión

Las historias de los héroes perdidos, olvidados por el modernismo y las nuevas formas y modos de ver y leer la vida misma, jamás dejarán de poseer la relevancia necesaria a la hora de trazar parámetros de conducta; recurriendo a la esencia misma de grandes humanos de lucha y honestidad para comprender un poco más el devenir de nuestra nación.

Y en ese tan arduo derrotero de intentar entender quiénes somos y porqué nos sucede lo que nos sucede. Existe una obra que podrá brindarnos señales de entendimiento. En la misma prepondera un antagonismo letal, de dureza visual y sombría de un lado, y de soledad y estoicismo por el otro. “Asesinato En El Senado De La Nación” (1984) nos brindará una óptica que jamás tuvo fin alguno.

Asesinato En El Senado De La Nación (1984)

La eterna contienda contra el poder imperialista y sus lacayos seculares, parte del elenco estable de la debacle y ponderadores del estilo europeo, a costa de desangrar una tierra fértil y agradecida.

La historia de “Asesinato En El Senado De La Nación” se centra en un acontecimiento político y social ocurrido en la Argentina durante el inicio de la década del 30.

El diputado santafesino Lisandro de la Torre denuncia en el Congreso el negociado de las carnes argentinas con Inglaterra; viéndose reflejado el fraude que se cometía en aquella época por parte de los Conservadores, las torturas y malos tratos que recibía parte del espectro social por la policía a cambio de información; y el doloroso epilogo que marca un tristemente célebre acto de cobardía hacia lo institucional.

Para comprender el momento y acciones, el vicepresidente Julio Argentino Roca (hijo) firma en 1933 en Londres el Pacto Roca-Runciman que ampliaba la cuota de exportación de carne vacuna al Reino Unido y sus colonias, pero establecía que el 85% del total de las exportaciones debía realizarse por medio de frigoríficos británicos.

En 1935 Lisandro de la Torre inició una investigación sobre el comercio de carne, puesto que en el marco del Pacto Roca-Runciman esta actividad se encontraba sospechada de corrupción.

La investigación en cuestión, que ponía de manifiesto el terrible conchabo comercial de traidores a la nación, tuvo un alto precio de pago, desmarcando con creces la historia de dependencia y sometimiento a la que nos han encausado diversos lineamientos políticos y gubernamentales.

Y en el film “Asesinato En El Senado De La Nación”, Lisandro, de origen aristocrático, pero de criterio patriótico.

Del otro lado, un comisario retirado, mano de obra barata del residual de siempre, matón a sueldo representando lo más inescrupuloso y violento de una sociedad que caminaba hacia la nada, en la llamada “década infame”.

Ambos bandos demostrando el raudo caudal de posturas y decisiones, focalizando “Asesinato En El Senado De La Nación”  en la investigación de De La Torre tras la firma del fatídico pacto y en la vida de quien luego intentará asesinarlo, siguiendo ambos relatos hasta el final ya conocido.

Asesinato En El Senado De La Nación (1984)

“Asesinato En El Senado De La Nación”  tiene el pulso narrativo de excelencia; de oscuros planos de valores morales explícitos; convierte este trabajo en uno de los máximos exponentes del cine social y político Argentino.

Dirigido por el experimentado y comprometido Juan José Jusid; musicalizado por Baby López Furst, generando una banda sonora de excelencia e interpretada por un seleccionado de la actuación nacional.

Miguel Ángel Solá, dando vida a un despótico ex policía en una actuación de antología.

Marta Bianchi como una regente del Burdel de excelente participación; el gran Villanueva Cosse, de estampa y jerarquía, y como el Líder Demócrata Progresista; como la réplica viva del inmenso De La Torre, Pepe Soriano, de calidad actoral ancestral si las hay, brindando el rol justo y convincente a semejante obra.

Es sumamente importante que nuestros jóvenes vean realizaciones de tamaña envergadura como la realización de Juan José Jusid.

Aquella importancia se revela a través de redescubrir los valores y conocer actos supremos de personas que se han jugado entero por el bien de nuestra tierra y los conceptos de la misma.

Asesinato En El Senado De La Nación (1984)  Pepe Soriano

Lisandro de la Torre fue un héroe solo. Un Quijote en tierras de negociados y desesperanzas.

Un inmenso que predicaba con su ejemplo, que tenía algo que decir más allá de su magnánima oratoria. Un hombre de verdad que mencionaba “¡libertad!” en cada acto de vida.

Poco tiempo después del fatídico magnicidio, el gran líder político decide suicidarse por no poder luchar más contra los monopolios de los poderes dominantes.

Necesitamos más Lisandros y más Bordaveheres en nuestro devenir.

Y menos Ramón Valdez Coras de individualismo, oscuridad e incoherencia,bufones exactos del maldito poder global.


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