Maradona Por Kusturica (Documental) – Opinión

Maradona Por Kusturica (Documental) – Opinión

La raigambre popular, esa de simiente exacta de una nación, siempre aguarda, como aquellos pordioseros en espera de Godot, por un representante de clase, aquel que pueda consolidar sueños lejanos y generar el reflejo exacto ante las penurias vitales y las esperanzas perdidas. Esos Ídolos generan esperanza. Un sentimiento ambiguo de espera, con desasosiegos y alegrías.

Esos conceptos tal vez fueron los que llevaron a Emir Kusturica, el afamado y diferente director serbio, a generar, a recrear la existencia en primera persona, de una especie de guerrero latinoamericano, que emerge a través de lo popular del deporte llamado fútbol, lejano en distancias, creencias y maneras, pero cercano hacia el entendimiento de que cuando dos figuras de extrema relevancia se juntan, todo puede suceder.

“Maradona por Kusturica” (2008) nos conduce a través de la extraordinaria trayectoria de Diego Maradona, su vida y su carrera, sus triunfos y sus derrotas, los lugares clave de su vida, Buenos Aires, Cuba, Nápoles, hasta el momento decisivo de su renacimiento.

Desde sus humildes comienzos en Villa Fiorito hasta su vida en Villa Devoto, donde residía con su esposa y sus dos hijas, convirtiendo el trabajo en una muestra de película familiar, siempre en el corazón de la intimidad del futbolista.

De recursos técnicos logrados, generando montajes muy interesantes, retrotrayendo momentos de los filmes del director como “Underground” (1995) y “Gato Negro, Gato Blanco” (1998), determinando que varios personajes de sus obras friccionadas, tenían mucho que ver con el devenir vital del astro.

Su claridad opinando de política internacional, los bizarros momentos protagonizados por fieles de la “Iglesia Maradoniana”, el futbol mismo y su arte, reflejado en diversas jugadas del 10, anacrónicamente sonando el “God save the queen” de los contestatarios Sex Pistols Británicos, en una melange perfectamente ubicada, tocando estados de intimidad, de logros y pérdidas, de tristezas y alegrías que generaba la construcción de una de las figuras más relevantes a nivel mundial de los últimos tiempos.

Su estructura se sostiene entre el hombre público, el héroe deportivo, el icono social tanto en Argentina como en Nápoles, y por otro lado el hombre político apasionado y comprometido, muy cercano a los líderes como Fidel Castro.

La música trasciende a través del valor de la obra, con cadencias especiales en lo incidental, tomando canciones de la No Smoking Orchestra, grupo liderado por Kusturica, el emotivo “La mano de Dios” ejecutado por la banda Ratones Paranoicos en tiempo de Rock, descubriendo arteramente en sus secuencias un momento de empatía y reflexión acerca de la trascendencia del astro mundial.

El film le llevo 3 años de realización a su director y equipo técnico. El resultado fílmico es salvaje e intransigente, animado, caótico, rico en emociones y sensaciones. El descubrimiento de un hombre nuevo, la oportunidad de virar el destino tan cargado de cuestiones internas que el 10, quita con locuacidad y cariño, mediante el camino que Kusturica marcaba con su honestidad intelectual y sabiduría cinematográfica.

Diego Maradona, Diego de la gente. “Él” Diego, falleció, rara paradoja de la vida, a consecuencia de un paro cardio respiratorio el 25 de Noviembre de 2020, en soledad, tal vez magullando algún recuerdo malo, tal vez con la esperanza de lograr reunir a su inmensa familia, tal vez con la celeridad que de a poco, le brindaban los años y la vida misma o tal vez, sencillamente, se quiso ir, tomar otros horizontes.

Y esta obra, logra rescatar lo mejor de lo mejor de un ser humano que poseía un don.
Porque siempre fue su esencia.
De vida y de muerte.

En homenaje a Diego Armando Maradona.
Casaca número 10 de la selección Argentina.


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2 comentarios en «Maradona Por Kusturica (Documental) – Opinión»

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