Voy a hablar de una película que no gustó ni a la crítica ni al público; de una película que requiere un esfuerzo que la mayoría de los espectadores no quiere hacer; de una película imperfecta. HOY VOY A HABLAR DE UNA PELÍCULA FASCINANTE.
“Sorcerer” (1977) (en español Carga Maldita o El Salario Del Miedo) de William Friedkin es una nueva versión del clásico de Henri-Georges Clouzot, “Le Salaire De La Peur” (1953) basada en la novela de Georges Arnaud escrita en 1950. El guión es de obra de Walon Green, quien había firmado el guión de “The Wild Bunch” (1969), la mítica película de Sam Peckinpah.
“Sorcerer” nació como un pequeño proyecto de 2,5 millones de dólares, luego pasó a costar 15 millones de dólares y finalmente 22 millones; por comparar, “Star Wars Episodio IV” (1977) tuvo un presupuesto de 11 millones de dólares.
Precisamente William Friedkin atribuyó el fracaso comercial de su película a que se estrenó casi al tiempo que la película de George Lucas.
Friedkin quiso hacer “Sorcerer” lo más realista posible, por lo que él y su equipo se enfrentaron a un rodaje difícil y caro en la República Dominicana.
Parte del equipo enfermó de malaria, intoxicación alimentaria o gangrena. La jungla era tan intransitable que tuvieron que construir sus propias carreteras.
La película se centra en cuatro hombres -todos ellos criminales-, de cuatro países diferentes que convergen en la miserable pobreza de una aldea llamada, irónicamente, Porvenir, en un país sudamericano.
El prólogo nos lleva a México, donde Nilo (Francisco Rabal) es un sicario; a Jerusalén, donde Kassem (Amidou), es un terrorista palestino, que ha cometido un atentado; a París, donde Víctor Manzon (Bruno Cremer) es acusado de fraude y a Nueva Jersey, donde Jackie Scanlon (Roy Scheider) es un ladrón.
Tras una explosión en la refinería de Porvenir se necesita dinamita para sofocar el fuego y la compañía petrolera ofrece un gran salario a los que se embarquen en una misión suicida: transportar camiones cargados de nitroglicerina atravesando la selva y las montañas.
Ahí comienza el tercer bloque en que está dividida la película y la parte más interesante y espectacular.
Y de ella destaca la escena más impresionante, aquella en la que los dos camiones tienen que cruzar un viejo puente colgante de madera completamente inestable.
El puente fue diseñado por John Box utilizando componentes hidráulicos ocultos que permiten el control de los movimientos del puente y de los camiones.
No hay retroproyecciones ni trucos. Todo fue rodado en localizaciones reales, nada se hizo en el espacio controlado de un plató.
La secuencia, que dura algo más de diez minutos, tardó tres meses en completarse y costó aproximadamente tres millones de dólares.
La otra secuencia que pasará a la historia es la de la voladura de un enorme árbol caído que bloquea el camino.
El elegido para realizar la voladura era Marcel Vercoutere, que había trabajado con el William Friedkin en “El exorcista” (1973). Pero la explosión que causó apenas dañó el árbol. Esto llevó al director a buscar los servicios de un pirómano real de Nueva York, conocido como «Marvin The Torch», quien destruyó el árbol de una sola vez.
“Sorcerer” (“Hechicero”) es el nombre de uno de los camiones donde transportan la dinamita a través de la jungla. El otro responde al nombre de “Lázaro”.
El trágico epílogo cierra el argumento y zanja uno de los temas de la película: el crimen y el castigo -el otro tema es el destino-.
La partitura de música electrónica de Tangerine Dream ayuda, de manera muy efectiva, a generar el estado emocional de fatalidad que impregna toda la película.
“Sorcerer” (Hechicero, 1977) contiene varios elementos que justifican su fracaso en la taquilla: la gente comenzaba a estar harta de tanto pesimismo y oscuridad.
Gran parte de la película se desarrolla en diferentes idiomas y es necesario recurrir a los subtítulos; carece de estrellas -que se quiera o no, llevan espectadores a las salas- y no hay ningún personaje con el que empatice el público.
Es una película sin héroes, los protagonistas son antihéroes, deshonestos y desagradables. La acción central no se pone en marcha hasta la mitad de la película. Pero por encima de todo es una película deprimente.
Para William Friedkin, el pueblo debía tener una «sensación de pobreza y persecución intemporales, una especie de prisión sin muros».
“Sorcerer” tiene una acusada carga ideológica, fruto de la época, crítica con la política exterior estadounidense en América Latina.
Friedkin considera a “Sorcerer” una de sus obras favoritas y la película más personal y difícil que ha hecho.
Os animo a verla y juzgar lo que, en mi opinión, es una película imperfecta pero fascinante.
Síguenos por FACEBOOK o INSTAGRAM para más noticias, artículos y reseñas sobre el séptimo arte.
Puedes comprar esta película en BLU RAY.
Si te gustó este artículo probablemente disfrutes leer: Vivir Y Morir En Los Ángeles – Reseña. O también: Apocalypse Now: Un Ojo En El Corazón De La Oscuridad.
Si te gusta el cine de aventura seguro que disfrutas: Las 10 Mejores Películas de Aventura.
Si eres fan del cine, diviértete con este juego de mesa exclusivo para esas personas que son cinéfilos de corazón, el juego de mesa MARATÓN CINEMEX. Trivia de 1,458 preguntas relacionadas al séptimo arte, divididas en dos etapas: siglo XX y siglo XXI. También en edición para NIÑOS y edición POCKET.
Director y guionista de cine y televisión. Profesor de Historia del cine, de guion y de dirección en diferentes escuelas e instituciones. Como escritor ha publicado estudios, críticas y artículos relacionados con el séptimo arte. Ha publicado Te acordarás de mí, una novela negra ambientada en el Madrid de Primo de Rivera.