Un Buen Dinosaurio – Reseña

Un Buen Dinosaurio – Reseña

¿Qué pasaría si el meteorito que provocó la extinción de los dinosaurios no llegara a la tierra, permitiéndoles evolucionar?, ¿qué pasaría si los dinosaurios conocieran a los humanos por primera vez?

Arlo (𝗥𝗮𝘆𝗺𝗼𝗻𝗱 𝗢𝗰𝗵𝗼𝗮) es el hijo más pequeño de una familia de Apatosaurios (herbívoros de cuello largo) que mantienen una pequeña granja a la vera de un río. Desarrollados en su sentido de supervivencia, aprendieron a cultivar la tierra y garantizar el alimento de la familia.

“Para ser un gran dinosaurio, cada uno debe dejar su marca en el mundo” es el lema de la familia. Siendo el más frágil de los hermanos, Arlo falla en aprender los principios básicos de la agricultura. Para demostrarle a su hijo que es capaz de dejar su marca, su Padre (𝗝𝗲𝗳𝗳𝗿𝗲𝘆 𝗪𝗿𝗶𝗴𝗵𝘁) le asigna deshacerse de la criatura que roba su comida por las noches.

El ladrón resulta ser un niño humano, incivilizado, al que deja escapar. Arlo y su Padre lo persiguen hasta una quebrada, donde éste pierde la vida. Buscando hacer justicia a su muerte, vuelve a intentar atraparlo, pero falla y caen al río, siendo arrastrados lejos de la granja y de su familia.

Acompañado del pequeño Spot (𝗝𝗮𝗰𝗸 𝗕𝗿𝗶𝗴𝗵𝘁), debe emprender el viaje de regreso a casa, afrontando el mundo y sus especies, mientras aprende a dominar las habilidades que lo convertirán en un gran dinosaurio.

Considerada como un fracaso de taquilla, se distingue por su noble intención de contar una historia fuera de la fórmula. Es una película sobre la búsqueda de conexión entre especies, donde se deja a un lado la posible reflexión sobre modernización, para dar paso a una historia tremendamente humana, de desarrollo de carácter y de encontrarte a ti mismo en el otro.

Las limitaciones que nos ponemos como humanos nos separan de nuestros seres queridos. Para demostrar quiénes somos, debemos sacrificarnos para beneficio del mundo. Una premisa que podría interpretarse como existencialista, pero que está diluida por la doble misión del protagonista: no solo debe encontrar quién es en el mundo, sino que debe hacerlo lidiando con el duelo de perder a su padre.

La animación es encantadora en su sutileza para mostrar realidades humanas a través de seres que usualmente vemos como parte lejana de la cadena evolutiva. Dentro del supuesto de la película, los dinosaurios tienen millones de años de ventaja sobre los humanos, quienes son representados como cavernícolas, experimentando las mismas situaciones y emociones.

Aún con un mensaje entrañable, es difícil ignorar la inconsistencia de sus propios cambios en la trama, presentando situaciones que aportan al objetivo del personaje, pero no logran sentirse circulares, haciéndose extrañar el momento de catarsis que se espera de una producción de 𝗣𝗶𝘅𝗮𝗿.

Misma característica que la diferencia de sus predecesoras. Tuvo la difícil tarea de ser el puente entre las exitosas “Intensa-mente” (2015) y “Buscando a Dory” (2016). Dirigida por 𝗣𝗲𝘁𝗲𝗿 𝗦𝗼𝗵𝗻. Con un estilo y narrativa totalmente único, y sin precedentes en la línea de personajes del estudio, queda a la luz de que quizás se esperaba más de una película sobre dinosaurios hecha por Pixar, que es muy parecida en argumento a “Dinosaurio” (2000) de 𝗪𝗮𝗹𝘁 𝗗𝗶𝘀𝗻𝗲𝘆 𝗔𝗻𝗶𝗺𝗮𝘁𝗶𝗼𝗻 𝗦𝘁𝘂𝗱𝗶𝗼𝘀.


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5 comentarios en «Un Buen Dinosaurio – Reseña»

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